lunes, 29 de noviembre de 2010

Prohibido faltar (confesión de diván)






Ya hablamos de música varias veces y también hablamos de los baqueanos.

Supongo que cada uno tendrá su propia percepción de las diversas cuestiones de las que hablaré. Hay algo, mucho en verdad, de personal en esto. Por eso este post no será pensado sino directamente escrito de corrido. Es una confesión.

El asunto en cuestión anduvo revoloteando en las discusiones que se originaron en un post sobre la muerte de Ariel Ramirez y, desde otra óptica completamente distinta, cuando discutimos sobre la “suspensión ética” Kirkegordiana (que estuvo más interesante en los comentarios que en el contenido del post). Quizás después de leer esto entiendan por qué me resultaba tan complicado hablar sobre estos puntos.

Las figuras de un hombre superior (en sus diversas versiones negativas o positivas como en Nietzche o Kirk) me resultan metafísicamente infundadas (entiéndase lo de “hombre superior” como una metáfora aglutinante de cualidades y desde la lectura propuesta en el "dudoso" post). Me parecen erradas en su base, aunque terriblemente tentadoras. Esto desde lo racional.

Ahora, cuando me encuentro con un “artista” todo mi espíritu parece comprobar y afirmar visiones del tipo de las del párrafo anterior. Quizás sea el músico trunco que quedó en mi interior o alguna otra cuestión de las profundidades de mi psiquis. Hay algo que se conmueve en lo más profundo y me hace ver como un insecto o, el autocalificativo que más me duele, un burgués.

Se me genera una percepción que cuestiona toda mi vida interior. Se me hace que toda mi vida espiritual e intelectual es una farsa, una caricatura. Veo el camino oscuro y tortuoso mis devaneos espirituales en comparación con una “autopista espiritual” que surge del arte. (Aunque me figuro, ya de nuevo en el plano racional, que la autopista puede conducir con la misma facilidad para abajo o para arriba, en los extremos en los que se encuentran el Caballero Nizcheano o el Caballero de Kirk)

Y el cuestionamiento abarca todo, absolutamente todo. Me parece estúpido hablar de moral, de filosofía o incluso de religión. Siento que es como hablarle de oración a un monje, de fútbol a un futbolista. Mientras uno conoce poco y con dificultad por vía racional y analítica el artista, imagina mi imaginativa imaginación, lo hace por la vía intuitiva, casi que conoce por connaturalidad.

Tanto me afecta el asunto que, a diferencia de lo que debería ocurrir, luego de ver de cerca un artista no puedo tomar la guitarra ni cantar una canción en la ducha. Me siento un idiota. Me siento un niño jugando con palos después de ver el Zorro.

En fin, es algo raro, algo inexplicable. Veo una suerte de “sacerdocio artístico”, un plano existencial paralelo donde lo religioso y lo profano se hacen una misma cosa, una dimensión distinta.

La invitación es para ver un grupo, del cual su director musical (supongo) y primera guitarra (supongo) es un “artista” verdadero: Tomás Alonso (es bueno admirar a un amigo). Por ello, la invitación es a ver al grupo y al “artista”.


Los datos prácticos: Presentación del primer CD "Por Andar Andando" en el teatro "Santa María" el jueves 2 de Diciembre del 2010 a las 21 hs.

PARA CONSEGUIR LAS ENTRADAS:

EN EL TEATRO SANTA MARIA: MONTEVIDEO 842. (4811-6086) http://www.teatrosantamaria.com.ar/

MEDIANTE FACEBOOK: http://www.facebook.com/event.php?eid=163352273695580

MEDIANTE E-MAIL: Los_Baqueanos%hotmail.com


Respetos musicales.


Natalio