lunes, 29 de septiembre de 2008

Liturgia angelical


Un tema recurrente en los blogs que visito regularmente es el litúrgico. Encontrarán en ellos (salvo el de la monja protestante por cuestiones evidentes) y en algunos otros que visito aunque no agregué (como es el caso del excelente "Aquí estamos" que, justamente, viene "posteando" (litúrgicas I y II) al respecto) diversas discusiones o matices con relación al tema. No es una casualidad, se trata de uno de mis intereses comunes con varios de ellos.

El asunto es muy grande y amplio como para tratarlo en un post pero, para que se entienda qué cosas me preocupan les dejo enunciadas algunas cuestiones: ¿la liturgia se hace o se descubre? ¿hay una liturgia celestial de la cual participamos? ¿hay una liturgia cósmica (del cosmos entero) hacia Dios en la cual se debe integrar el hombre? ¿la liturgia no es sólo un modo dentro de los medios para llegar a Dios? ¿la liturgia es un tema "pastoral" o substancial? ¿la liturgia nos pertenece (como planteaba el Papa)? ¿aún entendiendo que no nos pertenece, nos corresponde adecuarla? ¿se puede tocar la liturgia? ¿hay una liturgia distinta para cada tiempo histórico? ¿la liturgia debe adaptarse al hombre o el hombre a la liturgia?, etc., etc.

A esas cuestiones se llegan gentes de los más diversos afluentes del cristianismo: modernistas, lefevbristas, progresistas, sedevacantistas, cabalistas, gnósticos, proorientales, prooccidentales, ecumenistas, eclesiadeisistas, carismáticos, motupropistas (y muchos otros) e incluso agnósticos o ateos. Todos se baten en un duelo que nunca empieza ni termina; se mantiene y perdura.
Tampoco se trata de un tema simplemente de católicos sino que está presentes en diversas religiones y sectas. En particular son interesantes los debates dentro del judaísmo acerca de levantar o no "el tercer templo" o la vuelta o no de los sacrificios litúrgicos (si se reconstruyera el templo).

Lo reseñado muy apretadamente sirve como marco o introducción al tema de hoy que es simplemente un comentario muy menor.

Hace unos días escuchaba a un rabino (jasidita) hablando de que cuando rezan ellos "Kadosh, Kadosh, Kadosh" los Serafines desde el cielo se unen al canto de alabanza. Se trata de una tradición (la idea de una oración conjunta con los ángeles) antiquísima fundada en la visión de Isaías (VI, 3) que, desde el mismo lugar -y también desde el cántico de los cuatro animales en el Apocalipsis (IV, 8)- nos llega a nosotros por diversos Padres centrándose, justamente, en el "Santo, Santo, Santo" en la liturgia de la Misa.

Todas esas cosas vinieron a mi mente el domingo al escuchar el "Santo" cantado por un grupo de jóvenes sin espíritu acompañados por una guitarra desafinada.

La pregunta que se me planteó fue: ¿Qué hacen los ángeles ante esta situación? ¿Tienen que plegarse, incluso, ante semejante espanto estético?

Primero los imaginé (a los encargados de alabar con mi parroquia) detrás del Ángel sindicalista reclamando por mejores condiciones de Alabanza o exigiendo mejor visión beatífica por considerar la suya "alabanza insalubre".

Pero después pensé que quizás existan ángeles carismáticos, ángeles motupropistas, ángeles de rito oriental e incluso, por qué no, algún ángel lefevbrista.

Un poco más en serio, creo que deberíamos pensar todos los días en la necesaria seriedad y sacralidad de la oración en general y de la liturgia en particular.

Quizás este sea el día apropiado para pedirle a los ángeles de cielo que nos enseñen a orar y alabar al Creador de un modo grato a sus ojos.

Por último, y como curiosidad, la primera antífona de Laúdes del día de hoy nos trae, justamente, la misma idea del post.

Natalio

Pd: Y siguiendo con la liturgia del día de hoy, la primera lectura del Apocalipsis ("y no amaron tanto su vida que temieran la muerte") me recordó el post acerca del valor de la vida y las discusiones de los comentarios.

lunes, 22 de septiembre de 2008

Blogroll comentado IV: Una pseudo monja en guerra


Ya aclaré oportunamente que soy católico apostólico romano.

Aclaré también que me interesa toda la cuestión religiosa en sus diversas manifestaciones.

Y aclaré también que me parece una pavada prominente el ecumenismo que ve en todas las religiones un camino válido para llegar a Dios o, en otras palabras, que todo es igual.

Aclarado todo aquello para algún fanaticón que salga por allí (y aunque voy a seguir aclarando) les cuento que hoy el blog-roll comentado se expande por fuera del catolicismo para entrar en tierras cristianas (supuestamente bautistas aunque me parece que también con bastantes conflictos).

Tenía pensado escribir sobre otra cuestión pero, pasando por aquellos lugares encontré post no leídos uno mejor que el otro. Pero lo principal es que son exponentes reales de lo que busco en ese blog.

Muchas veces los católicos andamos contentos en la barca de Noé viendo como el mundo cae bajo la ferocidad del diluvio. Dependiendo el círculo se mira a los costados como quien mira el mal, la manifestación del demonio, el error materializado y se lo ataca con ferocidad. Éste es el peligro al que me refería en el post que abrió la serie del problema del mal. En el caso particular Lutero (como símbolo) era una especie de personificación del demonio que trajo de la nada la Reforma que se convirtió en una suerte de cáncer (nunca del todo letal) del catolicismo y la sana doctrina.

Entender la cuestión así es limitado y limitante. Entender que la reforma fue la inspiración demoníaca para destruir la Iglesia es tan tonto como nocivo (como considero nocivo también el otro extremo de decir, como Wanderer, que la verdadera enfermedad de la Tradición fue Trento y la contrarreforma). El demonio simplemente se vale de idiotas que creen que tienen "la posta".

La realidad indica que el mal sólo existe como privación de bienes. Y esa privación estaba muy presente en montones de hombres de la Iglesia, en montones de instituciones humanas sacralizadas mientras que montones de instituciones sacras se humanizaban, etc. La Reforma vino a llenar e infectar las caries dejadas por las ausencias de bienes y a poner al descubierto montones de males presentes en hombres de la Iglesia.

La reforma se sucedió y la contra reforma también. Cada uno por su lado, como si no hubiesen tenido nunca nada en común cada uno se abarrotó e intentó distanciarse lo más posible del otro. Sin entender que tremenda herida en el Cuerpo Místico de Cristo era un llamado (a gritos) de atención sobre montones de cuestiones (y la historia se reedita).

En este contexto uno, al mirar a los costados, descubre cosas importantísimas olvidadas o matices perdidos. Uno descubre las caries en críticas y prácticas ajenas. Este es todo un capítulo en lo referido a mi interés por las religiones y volverá cada tanto al blog.

Pasemos, ahora sí, al blog comentado: Teosubversión.

Se trata de un espacio auténticamente protestante -en cuanto al foco y punto de partida- aunque (para espanto del resto de los protestantes) de gran universalidad por todo el ámbito cristiano (incluso no cristiano) en cuanto a las citas, las lecturas, las fuentes, las conclusiones, etc.

Me recuerda el "entiendo para creer pero creo para entender" de San Agustín o, en otra de sus versiones, "credendo fis idoneus ut capias. Nam si non credis, quia non capies; quia minus idoneus remanebis". (creyendo te haces más idóneo para entender, más si no crees nunca entenderás porque no estás apto)

Es una verdadera lucha intelectual con la fe de donde salen cuestiones para todos los costados.

Muchos son sus puntos altos pero quiero señalar dos en particular.

El primero es su manejo de las escrituras con un gran dominio histórico e idiomático. La verdad es que surgen muchísimas cuestiones interesantes por esos costados aunque yo me contento con seguir, muy desde afuera, algunos de los caminos. Aún cuando en ocasiones uno no comparte las conclusiones (el por qué es tema de un post, es decir, cómo uno no puede compartir conclusiones si no puede seguirla en el camino) tampoco me meto a discutir en esos rubros porque saldré, indefectiblemente, mal herido.

El segundo es su constante lucha y búsqueda espiritual. Esto es quizás lo más interesante del blog. Sus post son una suerte de autopsia en vida de un alma que busca a Dios con fe e inteligencia. Es a veces pesado o doloroso acompañarla en ciertas búsquedas pero tiene su recompensa. Esta dimensión de lucha espiritual, de cruz como camino ha sido puesta de manifiesto en un hermoso post y es algo muy olvidado en la espiritualidad católica. El new age y otras yerbas han infectado al catolicismo de una suerte de paz sen olvidando que la única Paz es Cristo, al cual sólo veremos en la eternidad y mientras tanto estamos en angustia, lucha y búsqueda. Los dos santos del siglo XX (la madre Teresa y el Padre Pío) han sido casos paradigmático de lo angustiante y doloroso que debe ser la lucha espiritual en esta tierra. Justamente en los comentarios de dicho post, charlábamos con la monja de la frase bíblica "busca la paz y corre tras ella". El verla no nos deja quietos, por el contrario nos pone en movimiento.

Los puntos flojos (muy disimulados, hay que decirlo) que le veo son también dos:

El primero es una advertencia al lector más que un defecto. Pareciera que el ambiente protestante es verdaderamente agresivo y que nuestra pobre monja ha recibido palos de los cuatro costados. La cuestión es que se nota que ha sufrido mucho y eso lo pone en una situación defensiva que se traduce en cierta brusquedad en los comentarios. Es decir, desde su trinchera teológico-religiosa recibe al visitante extraño con un par de disparos. Una vez que disparó se dispone a enterarse de quién anda por ahí.

El segundo es, justamente, secundario en tanto no se trata de algo que sea objeto del blog. Es de lamentar que la precisión y justeza, la discriminación y distinción intelectuales y otras grandes cualidades en materia teológica no sean utilizadas en materia histórico - política. Las pocas veces que le pasa de cerca a esos temas me parece que tira demasiado al boleo sin distinguir y usando figuritas ideologizadas de esas que tanto le molestan en materia teológica.

Por último me reservo dos verdaderas perlas:

Uno se llama "De biblias y farolas" (cuyo link no tengo porque era del antiguo blog que ahora está bloqueado ¡Help monja!) y simplemente me encantó (con un palo verdadero para los católicos: "ya no leen la Biblia").

Y la otra, orientado para los lectores de círculos más derechosos, el día que la monja descubrió las huestes de Radio Cristiandad (tampoco se puede acceder ¡monja!). Si a uno, que conoce las cosas por las que dicen luchar y las que dicen defender, le resulta gracioso y caricaturesco, el encuentro de alguien completamente ajeno resulta desopilante.

En definitiva, un blog interesante para los que tienen las ideas bien puestas mediante la Fe. Los demás, como dice San Agustín, "no son idóneos".

Natalio

Pd: Quiera Dios mostrarle a esta buena hermana en Cristo la figura de la Virgen hermosa, modelo de mujer cristiana. El encontrarse con tamaña Señora puede terminar de destapar los ojos de nuestra querida Saula, encausando su búsqueda por Roma y su actual erudito pastor.

miércoles, 10 de septiembre de 2008

Sangre inocente derramada


Como les anticipé oportunamente me interesa muchísimo la cuestión religiosa en sus diversas manifestaciones. Sin entrar en un tonto ecumenismo que ve a todas las religiones iguales me mantengo atento a lo que ocurre a los costados.

Hoy el asunto se refiere a los judíos. La religión judía y el pueblo judío son un tema que, particularmente, me resulta apasionante. Sea desde el punto de vista teológico, sociológico, moral, político, económico, etc.

Otro día ingresaremos en alguna de esas cuestiones, hoy simplemente voy a hacer un comentario particular.

En la parshá semanal, que son los textos y enseñanzas en los que meditan durante la semana comenzando por el Shabat (Sábado), toca Shoftim.

En particular me interesa el texto de Deuteronomio 21 (lo copio de internet porque no tengo ganas de transcribirlo pero aclaro que no sé qué versión es y no conozco una Biblia católica en la web, en cualquier caso las palabras que me interesen las transcribiré puntualmente cuando me refiera a ellas):

1 Si en la tierra que Jehová tu Dios te da para que la poseas, fuere hallado alguien muerto, tendido en el campo, y no se supiere quién lo mató, 2 entonces tus ancianos y tus jueces saldrán y medirán la distancia hasta las ciudades que están alrededor del muerto. 3 Y los ancianos de la ciudad más cercana al lugar donde fuere hallado el muerto, tomarán de las vacas una becerra que no haya trabajado, que no haya llevado yugo; 4 y los ancianos de aquella ciudad traerán la becerra a un valle escabroso, que nunca haya sido arado ni sembrado, y quebrarán la cerviz de la becerra allí en el valle. 5 Entonces vendrán los sacerdotes hijos de Leví, porque a ellos escogió Jehová tu Dios para que le sirvan, y para bendecir en el nombre de Jehová; y por la palabra de ellos se decidirá toda disputa y toda ofensa. 6 Y todos los ancianos de la ciudad más cercana al lugar donde fuere hallado el muerto lavarán sus manos sobre la becerra cuya cerviz fue quebrada en el valle; 7 y protestarán y dirán: Nuestras manos no han derramado esta sangre, ni nuestros ojos lo han visto. 8 Perdona a tu pueblo Israel, al cual redimiste, oh Jehová; y no culpes de sangre inocente a tu pueblo Israel. Y la sangre les será perdonada. 9 Y tú quitarás la culpa de la sangre inocente de en medio de ti, cuando hicieres lo que es recto ante los ojos de Jehová.

La explicación rabínica radica en que todos son responsables por la sangre del inocente y por eso deben expiar la culpa, que en rigor sería ajena, diciendo: Nuestras manos no han derramado esta sangre.

Hoy en misa, durante la consagración y mientras contemplaba la elevación del cuerpo y la sangre de Cristo me atacó la frase de los ancianos: Nuestras manos no han derramado esta sangre.

Terminada la misa me seguía aturdiendo el grito y no pude menos que recordar la gran piedra de discordia eterna entre judíos y cristianos, el grito arrojado a Pilatos por el pueblo (Mateo 27, 25): "caiga su sangre sobre nosotros y sobre nuestros hijos". (También fue un tema recontra polémico en la Pasión de Gibson que recogeremos en algún otro post sobre la película)

Lo curioso del caso es que Pilatos les habla con la frase del Deuteronomio "inocente soy yo de la sangre de este justo" (Mateo 27, 24) y los judíos le responden (Mateo 27, 25) como imputándosela adrede. Es decir, como diciendo, aquí no se aplica la becerra, nosotros (y nuestros hijos) somos y nos hacemos responsables de la sangre derramada.

Pero el Deuteronomio sigue con la súplica de los ancianos (21, 8): "...y no le imputes la sangre inocente derramada..." y uno no puede menos que pensar en lo que dijo Cristo (Lucas 23, 34): "Padre perdónalos (no les imputes la sangre) porque no saben lo que hacen" o lo que dijo Esteban (Hechos 7, 59): "Señor, no les hagas cargo (no le imputes la sangre) de este pecado".

Pareciera ser que es el designio divino que no supieran y no sepan lo que hacen (Romanos 11, 31) pero eso será para analizar otro día junto con Juan 15, 21-25.

Mientras tanto, yo vuelvo al Deuteronomio aplicado a la sangre inocente de Cristo derramada y con referencia tanto a los judíos, a nosotros y a todos los pecadores: "Y tu no quedarás responsable de esta efusión de sangre inocente, habiendo hecho lo mandado por el Señor" y agrego, justamente en virtud de la muerte de Cristo en la Cruz y esa hermosa sangre derramada.

Natalio

Pd: Otro punto para analizar del texto del Deuteronomio citado, teniendo en consideración la interpretación rabínica citada y el post anterior ¿no somos todos responsables de la sangre inocente derramada en los abortos? Hay mucho sacrificio y penitencia por hacer.

martes, 2 de septiembre de 2008

¿Cuánto vale la vida?


Ayer, en una pausa en el partido de del Potro contra el japonesito (va a ser durísimo el próximo porque Murray está afiladísimo), en un noticiero se hablaba de la declaración del consejo deliberante de Rosario en favor del aborto. Puntualmente, uno de los concejales denunciaba haber sido víctima de amenazas por su voto.

Como para componer un poco la balanza, llamaron entonces a una que había votado contra el proyecto de apoyo al aborto. Aquí aparece el punto que me interesa.

Esta señora espetaba, una tras otra, verdades incontrastables en relación a lo horrendo del aborto. El problema surgió luego, cuando sin que mediara pregunta alguna del muchacho del noticiero, arrojó a la inmensidad comunicacional una frase más o menos así: "Yo estoy en contra de la pena de muerte, y por eso estoy en contra del aborto que es la pena de muerte de alguien que no se puede defender".

La argumentación en base a la comparación del aborto con la pena de muerte puede ser discutida desde muchos ángulos. Lo que me parece que, no sólo no es feliz sino que es directamente trágico, es la argumentación: "estoy en contra del aborto porque estoy en contra de la pena de muerte".

Es la segunda vez que le pasamos de refilón (la primera fue en Wanderer, el Atónito y el mal donde nos ligamos un reto de Sole en los comentarios) al tema de la pena de muerte y espero que algún día con un poco más de paciencia y dedicación (más allá de la respuesta puntual a Sole en esos comentarios) podamos abordarlo. Sin embargo me interesa señalar aquí que nada tiene que ver (más que como argumentación comparativa) con el aborto. La pena de muerte es, con sus bemoles y aclaraciones respecto del ángulo del problema, discutible; mientras que el aborto nunca es discutible.

Pero lo peor del caso es que no sólo se las iguala sino que, mucho peor, se funda el rechazo al aborto en el rechazo a la pena de muerte. Es decir, con indudables buenas intenciones se torna discutible una cuestión indiscutible.

Esto me recordó a mi profesor de Teología en la universidad (un cura buenísimo) que en una de sus clases pronunció la siguiente sentencia como si fuera un dogma: "el valor vida es el valor supremo para la teología católica".

Si fuéramos a preguntarle al Oráculo acerca de estos temas él nos contestaría diciendo que en lugar de valores hablemos de bienes y luego nos explicaría en detalle el texto metafísico de Santoto sobre ens simpliciter y bonum secundum quid y bonum simpliquiter y ens secundum quid. Como los lectores del blog no son metafísicos ni mucho menos (ni yo tampoco) vamos a abordar el tema desde otras argumentaciones aunque dejando sentado que el tema, en definitiva, se resuelve metafísicamente.

En el evangelio del Domingo pasado Cristo dice: "el que quiera salvar su vida la perderá, más el que la pierda por mí la ganará" (si bien la vulgata dice "anima" es evidente que se refiere al alma como vida como señala explícitamente Orígenes en el texto citado en la Catena Aurea).

La vida humana (terrena), para el católico, no tiene un valor en sí misma sino "en función de".

Si pensamos que "la vida es el valor fundamental de la teología católica" tenemos que pensar que los mártires son grandes pecadores.

Pongamos la situación: el soldado romano hace arrodillarse al cristiano frente a un ídolo, bajo amenaza de muerte.

Si la vida es el mayor valor, el cristiano no debe dudarlo, debe arrodillarse ante el ídolo. Máxime si pensamos que ni siquiera es pecado (estado de necesidad evidente con una voluntad forzada al máximo), ni ofende a Dios "que modeló cada corazón y comprende todas sus acciones" (¿cómo no va a entender?).

Es más, el negarse a arrodillarse sería pecado mortal ¿cómo va a exponer gratuitamente el sagrado don de la vida? ¿Para colmo van cantando y riendo? ¿Desean el martirio?

Todo esto es un horror si el valor supremo es la vida.

Pero no, ud. está hablando de teología. Si hablamos desde la perspectiva política y civil ahí no se puede negar que el valor supremo sea la vida (lo que sería, más o menos el individuo en el cocoliche mariteneano).

Si es así ¿por qué le cantamos al gran Cabral (a la figura, sin importar si era él, si no, si fue un soldado, un motoquero o lo que fuera)? ¿No tendría que haber preservado su valor fundamental?

Entonces descubrimos que, aún desde el punto de vista cívico (y hablando como no me gusta) hay valores más importantes que la vida (como la patria por ej.).

Hay "valores" mucho más grandes que la vida, no nos engañemos.

El aborto y todas sus pompas son un horror, un espanto, una aberración, etc. Estamos todos de acuerdo.

En lo que no estamos de acuerdo es en el modo de argumentar en contra o combatirlo. Un gran defecto que veo en innumerables grupos pro-vida es esa falta de racionalidad (como los ejemplos propuestos) en la polémica. Recurren a cuestiones efectistas que, en definitiva, lo único que hacen es ideologizar la cuestión.

Las buenas intenciones, despojadas de razones, conducen a los peores lugares.

Natalio
Pd: la imagen la saqué de un post (muy terrible aunque cierto) de un blog que no conozco.