lunes, 17 de noviembre de 2008

Deo gratias


Y a la hermosa Madre del Cielo que veló por sus hijos.

Y a la hermosa Madre terrena que tuvo que enfrentar el parto.

Justamente ayer pensaba en estas cosas al escuchar las lecturas de la misa del domingo. Después de varios días sin misas ni lecturas el reencuentro se produjo con verdaderas perlas.

En la primera lectura, del libro de los proverbios, apareció esto:

"¿Quién hallará una mujer fuerte? De mayor estima es que todas las preciosidades traídas de lejos y de los últimos términos del mundo.

En ella pone su confianza el corazón de su marido;...

Ella le acarrea el bien todos los días de su vida, y nunca el mal."

En el salmo escuché un frase que tengo siempre gravada en mi memoria:

"Tu esposa será como una vid fecunda en el seno de tu hogar; tus hijos, como retoños de olivo alrededor de tu mesa.

¡Así será bendecido el hombre que teme al Señor! "

Esto último, en su otra versión, "la bendición que da el Señor son los hijos", era lo que meditaba en la clínica con la beba en brazos durante las obligadas veladas nocturnas.

Y en la segunda lectura, sin mucha relación con el tema en su sentido, se leyó:

"Cuando la gente afirme que hay paz y seguridad, la destrucción caerá sobre ellos repentinamente, como los dolores de parto sobre una mujer embarazada, y nadie podrá escapar."

Esta lectura me recordó un asunto que siempre me llamó muchísimo la atención en toda la Biblia y, en particular, en el Nuevo Testamento. Los dolores de parto como signo de algo terrible y como signo de algo imprevisible e inminente en una mujer embarazada.

En particular, el asunto del parto como dolor en toda la revelación, siempre me remitió mentalmente a la vida por la muerte, la alegría mediante el dolor, etc. En definitiva, a la idea de la redención mediante la cruz y al problema del dolor en los planes inescrutables del Creador.

Cada arista mencionada es un tema enorme para tratar por separado, ya volveremos.

Mientras tanto, again, Deo gratias.

Natalio

Pd: Mención especial para Milkus que, superando las fronteras virtuales, se arrimó hasta la clínica con regalo y todo.

12 comentarios:

XavMP dijo...

Bendiciones, muy lindo el nombre.

Natalio Ruiz dijo...

Gracias Xavier, espero que su parto salga también todo en orden.

A decir verdad no encontraba dónde decía que se llamaba María del Pilar hasta que ví la foto.

A mi me encanta también el nombre Lucía.

Respetos.

Natalio

Anónimo dijo...

Un gran abrazo!

Natalio Ruiz dijo...

Gracias monja!

Respetos.

Natalio

Anónimo dijo...

Estimado Natalio,

con grande y sincera alegría leí su post. ¡Felicitaciones! Es una bebé preciosa con un nombre muy hermoso.

Mis mejores deseos para la familia "Ruiz" y elevaré una oración por la pequeña.

Un afectuoso saludo,

Ruth de Misselthwaite

Natalio Ruiz dijo...

Gracias Ruth, un verdadero gusto.

Respetos.
Natalio

Juan Ignacio dijo...

¡Felicidades!

hna. josefina dijo...

¡Qué linda es! ¡Felicitaciones!
Xavier dice que es muy lindo el nombre... No lo encuentro por ningún lado.

francisco dijo...

Vaya!! no lo había visto. ¡¡Enhorabuena, mi más sincera enhorabuena!!. Que el Señor de la vida la bendiga mucho, y que os colme de bendiciones. ¿Es la primera?

Mariana dijo...

¡¡Muchas felicidades!!
Y gracias por el texto enlazado, me gustó mucho también.

Natalio Ruiz dijo...

Gracias a todos por la visita y las felicitaciones.

Hna, un gusto tenerla por aquí. Suelo visitar su blog. El nombre es María del Pilar.

Gracias Francisco, gracias a Dios es la segunda.

Gracias también Mariana, los textos son de la Providencia.

Anónimo dijo...

Qué linda que es María del Pilar!!
Si bien no puedo conocerla aún, porque nos separa un océano, me encantaría poder hacerlo en breve.

Un gran cariño para ud y sus mujeres.