miércoles, 25 de junio de 2008

Presentando al hombrecito



En el post anterior presenté el nombre del blog, pequeña perla de nuestra música popular. Hoy voy a intentar presentar un poco el contenido o, lo que es igual, presentarme un poco.

Es un verdadero problema el del anonimato en internet pero, como verán en adelante, provengo de un ambiente demasiado acartonado en el cual, si firmo con nombre y apellido tendría que aclarar tanto cada afirmación que se me irían las ganas de escribir. Por otra parte al ser público, uno se expone demasiado sin poder exigir lo mismo de los demás.

Soy (o intento serlo) profundamente católico y profundamente argentino. No digo esto en referencia a que sea un santo o un patriota (estoy, por desgracia, lejos de ambas) sino que esas son notas constitutivas de mi formación, mi cultura, mi vida, etc. Es decir, desde ese lugar pienso y escribo.

Aclarado aquello por una cuestión de honestidad intelectual, les comento que la idea del blog no es hablar con la gente con la cual uno frecuenta, de la cual uno aprende o a la cual uno enseña (o por lo menos no desde el mismo lugar). La idea es decir lo que uno piensa sin otro límite que la verdad, es decir, sin calcular la prudencia, las circunstancias, el efecto, las consecuencias, etc. de las palabras. Ocurre a menudo que uno quisiera charlar en clase, en reuniones o en tantos otros lugares sobre ciertas cuestiones y se encuentra con que no es oportuno. Y no por ser "políticamente incorrecto" o por una cuestión de respeto humano sino porque, lisa y llanamente, no corresponde a la función.

En este contexto voy a hablar de lo que surga: política, religión, economía, deportes, etc. En otras palabras de lo que se me dé la gana.

También a modo de presentación iré presentando los blogs que frecuento contando mi opinión al respecto.

Será entonces hasta la próxima donde empiece a contarles algo.


6 comentarios:

Mary Lennox dijo...

Tal cual don Natalio!!!, aunque por mi parte yo restringi un poco mi blog aun formato particular. Pero es así! Comparto su presntación. y le mando un cariño grande.

Natalio Ruiz dijo...

Estimada Mary:

Es un gusto recibirla por aquí.

A menudo salgo a pasear por sus jardines, siempre con mucho gusto.

Gracias por la visita.
Natalio

Mary Lennox dijo...

De nada don Natalio!! sea bienvenido cuanto quiera a pasar por Misselthwaite y su Jardin.
Un cariño

Mary Lennox dijo...

Una cosa que andube pensando Don Natalio y es la siguiente: que aparte de la de decir la verdad y la de mostrar a los demas aquello que vemos, el Blog con esto debe servir para iluminar, para ayudar al resto al llevarles aquello que hemos en un principio contemplado. Sino será otro de los tantos Divanes, que existen para descargar lo que lleva el corazón del hombre, pero no para iluminar.
Es un pensamiento sin animo de ofensa, sino para reflexión mutua.
Un cariño grande

Natalio Ruiz dijo...

Estimada Mary:

No es ninguna ofensa ni nada por el estilo, al contrario es un verdadero gusto.

Es un tema delicado. Digo que simplemente es para decir lo que considero verdadero y, a lo sumo, mostrar el camino que recorrí a otros de un modo conciente. Ocurre que creo que para iluminar o enseñar hay que tener un mandato y un título. Si yo sólo pudiera hablar de lo que puedo enseñar (por mis títulos o funciones) el objeto del blog se vería muy reducido.

Prefiero decir que no enseño ni ilumino (sólo muestro por dónde camino), eso me permite hablar de muchas más cosas sin extralimitarme de mi función o mi título. Si a alguien le sirve ¡muy bueno!

Muchas gracias por el comentario. La verdad es que es un tema que da para mucho más (quizás un post).

Natalio

Mary Lennox dijo...

De acuerdo que merece un post! perdon la demora en contestar lejos andaba del hogar, y por ende de una buena compu.
Muy cierto que al escribir se debe tener en cuenta la humildad, pues no somos más que nuestros hermnos, sin embargo no siempre un título te da la capacidad, a veces te la quita. Por otro lado no se debe olvidar que a cada uno Dios nos dió un don o un talento que no se debe desperdiciar, si es la escritura a usarla, pues no se prende una vela par ponerla debajo de la mesa.
Sin más que un cariño