martes, 12 de mayo de 2009

Se ofrecen dos visiones del Ofertorio



Continuando con el tema del post anterior (y de los litúrgicos en general) pongo como post el último comentario del Athonita sobre el ofertorio y mi perspectiva (en cuanto tal, diametralmente opuesta) sobre el mismo punto. Pido perdón si resulta largo pero me parece que puede ser bueno ver por "formas de ver" una cuestión juntas.

Por orden de importancia:

El Athonita dijo:

Siempre me llamó la atención que en el texto de la narración de la Institución eucarística, se haga mención y se detenga un poco el imaginario sobre la acción de Cristo de tomar el pan en sus santas y venerables manos. Y aunque de inmediato el relato siga de largo sobre lo que “hace” luego con este pan tomado, este gesto “in se” denota portar una carga significativa propia y específica. Mt, Mc y Lc, no menos que 1Cor 11, no ahorran la expresión: tomó-separó un pan (de los demás)...

En los formularios orientales (vigentes o antiquísimos) el relato aquí se arremolinaba más aún. Por caso, la anáfora de san Basilio dirá “ habiéndolo tomado en sus santas y venerables manos, y habiéndolo mostrado y ofrecido a Ti, Dios y Padre Suyo...” (La Misa de Jerusalén, o anáfora de Santiago, lo expresan con parecido acento).Pareciera de aquí desmembrarse el Ofertorio, para darle entidad propia a este gesto previo al acto de transubstanciar. Hay un separar. Un “consagrar” en un sentido más amplio al de la transubstanciación.

Este pan, aún con minúscula, ya es ofrenda a Dios. Está entregado a Dios. (De ahí que si alguien tirara o despreciara el pan y el vino ya presentados, cometería sacrilegio). Y este pan, claro que sí, ya constituye un sacrificio. En el sentido amplio –pero real y preciso- de significar el ofrecimiento a Dios de un don.

Este “accepit panem” es donación, entrega, dedicación a Dios de la ofrenda separada. De ahí que desde muy antiguo fuera acompañado el gesto de una elevación (mediana, a la altura del pecho del celebrante: usque contra pectus levat, dice un Misal cluniacense del 1068; y ya lo decía Amalar en el 820).

Pero, ¿qué ocurre? Hacia el siglo XII –desde París, pero luego por doquier- se fue anulando esta costumbre. Y no por dejadez; sino por expreso empeño pastoral de la Iglesia, alarmada por cierta deformación de la piedad popular: los obispos explicaban su prohibición diciendo que movía a los fieles a venerar bajo latría lo que aún era creatura; que mejor, se reservara el ‘ostendit populo’ para después de la consagración. (Así lo anota Jungmann en un sabrosísimo artículo del año 60 llamado justamente “accepit panem”).

Lo cierto es que en la Pascua judía, se toma(ba) la copa y se eleva y muestra, en nítida oblación y ofrenda al Señor, y así lo hereda Hipólito en su Traditio apostólica. Dira Jungmann que “es muy probable que el Señor mismo en la última Cena elevara el Cáliz en actitud de oblación.”

Relevado esto, pienso: que ciertamente el Ofertorio ayuda en la dicción a subrayar el carácter sacrificial de la Misa, como que reafirma la orientación direccional del asunto: ad Patrem. Pero parece importante para la gramática del Misterio acentuar de un modo nítido que este pan y este vino no son la Ofrenda agradable, la Ofrenda capaz de revertir nuestra suerte, la Ofrenda que nos da la Salvación. Que ha de hacerse Presente Cristo, para “re-presentar-se” como Cordero inocente, Víctima propiciatoria, y realizar el Ofertorio eficaz.

Como enseña Suarez, hay que ver en el ofertorio “quaedam dedicatio materiae sacrificandae per futuram consecrationemo”... Cito a Guéranger: “el pensamiento del sacerdote (durante el Ofertorio) va más allá del momento presente: desde ya piensa en la Hostia que estará sobre el altar en el momento de la consagración, Hostia que es la única verdadera Ofrenda... esto explica por qué en todas las oraciones del ofertorio, como en las que preceden a la consagración, la Iglesia ose emplear términos que no pueden convenir sino por anticipación a los elementos primitivos del sacrificio eucarístico.”

Y agrego esto, magnífico, de Cabasilas, quien se pregunta por qué los elementos no son inmediatamente consagrados (ofrecidos en sacrificio dirá él). Y se responde, repasando el modo en que la Ley Antigua realizaba inmolaciones y a su vez le presentaba a Dios ofrendas. Y que Cristo ha hecho ambas cosas. “En efecto, se ha hecho Víctima hacia el fin de su vida mortal, cuando fue inmolado para Gloria del Padre. Pero se dedicó a Dios desde el principio, fue para Él una ofrenda preciosa, como primicia del género humano... He aquí por qué las oblatas, no son inmediatamente ofrecidas en sacrificio. Eso vendrá más tarde. Primero son dedicadas, son presentadas, como regalo a Dios, y así nombradas.”Dirá luego: “El Cuerpo del Señor ha sido separado por el mismo Cristo Sacredote; ha sido presentado, propuesto y ofrecido a Dios, y finalmente sacrificado. Es Él mismo en Persona quien realiza, sucesivamente estas cosas, hasta llevar finalmente su propio Cuerpo a la Cruz donde inmolarlo.”

No me digan que el texto del grande y último Padre Griego (+1390) no se precioso.Claro, que ya entonces –y aún hoy- la Liturgia oriental no realiza esta primera dedicación sobre el altar del sacrificio, sino en la “prótesis”, donde el pan común se “transforma” en oblata, apta para iniciar el sacrificio.

En fin. “Ofertorio y Consagración —dirá Alfredo Sáenz, en un librito sencillo pero muy completo sobre “El Santo Sacrificio de la Misa”— son dos momentos proporcionalmente comparables a la Encarnación y la Cruz.”

De ahí mi comentario inicial. Tan sólo, como aquellos obispos del XII, creo bueno distinguir la presentación de las ofrendas —que cada vez cobra más fuerza popular, mayor despliegue litúrgico, mayor actuosa participatio— de la Ofrenda ofrecida en el Per Ipsum.

el Athonita


Natalio dice:

Como dicen los muchachos, parafraseando a Maritain, "distinguir sin separar para unir sin confundir".

Son sin duda recuperaciones del Concilio que pueden verse como valiosas el hecho de reintroducir la "oración de los fieles" y la procesión con las ofrendas. ¿Por qué? Porque era una costumbre litúrgica antiquísima (en la época de San Agustín estaba) en la cual los fieles realizaban dos actos. Por un lado ofrecían su intenciones por las cuales querían que también valiera el sacrificio y por otro acompañaban con sus ofrendas LA OFRENDA. Por ello tampoco es casual que la "canastita" se pase durante el ofertorio porque es el momento indicado para que cada fiel realizara su "oblación" particular (debida, no graciosa) que consistía (siguiendo la tradición judía) sea en el diezmo sea en las "primicias".

Ahora, ¿todo ello se ofrecía en la Misa? Sólo sequndum quid. Como bien explica Santoto en la 2,2 art. 85 y siguientes, la simple oblación se distingue del sacrificio en el cual se ofrece la ofrenda y después se la sacrifica y se la come. Y, si como dijo bien (bella, una, verdadera, etc) el Athonita, la Misa es un Sacrificio, entonces en el Ofertorio se ofrece lo que se sacrifica, entonces en el Ofertorio se ofrece a Cristo que se va a sacrificar. ¿Y las oblaciones particulares? Se unen a LA OFRENDA y luego todo se inciensa para que llegue al Señor.

Ése era el sentido de las oraciones litúrgicas y por eso las oraciones del ofertorio (en el rito tridentino) no se refieren al pan y el vino sino a la Hostia Inmaculada -donde hostia significa, propiamente y en su primera acepción, "lo que se ofrece en sacrificio"- y al Cáliz de Salvación. Si lo que se sacrifica es Cristo mismo la palabra Hostia sólo puede tener un sentido (muy distinto que "pan").

El resto de las ofrendas (incluídos el pan y el vino) se ofrecían y agradecían por, como diría el Athonita athosigado, "concomitancia".

En los ritos orientales también se "ofrece" el sacrificio (y los sacrificios particulares) como dice la Divina Liturgia de San Juan Crisóstomo. En el rito armenio (del que Ruth, previo afane de un librito del Narek, nos puede pasar los textos de las oraciones), si bien el pan y el vino se preparan al inicio, en la parte que correspondería con el ofertorio está la oración de "ofrecimiento" del sacrificio.

¿Y por qué siempre antes y no en el Per Ipsum ("Por Cristo con Él y en Él)? Porque el ofrecimiento se hace antes del sacrificio.

El pueblo ofrecía en el Templo los animales para que el Pontífice lo sacrificara. En el Nuevo y Definitivo Sacrificio la Iglesia ofrece a Cristo para su inmolación (y pasamos de coté el asunto de quién sacrifica) como Víctima Propiciatoria. Luego, en el Per Ipsum, se eleva el Sacrificio ya realizado.

Por ello creo que fue un verdadero desacierto la eliminación del ofertorio en el novus ordo mutilándola a su "concomitancia".

La referencia al símbolo judío (la ilustración de la izquierda es la simbología propia del Shabat) es exacta, pero mutilada. En lugar de la oración talmúdica de bendición de los alimentos (también como ofrendas pero "secundum quid" que es el único modo que tienen de hacer las cosas los judíos hasta que reconozcan a Cristo) deberían haber tomado (si era necesario tomar algo de la tradición judía modificando las bellísimas oraciones de nuestro ofertorio) deberían haber sido alguna de las oraciones propiciatorias del Iom Kipur.

Pero, como surgió en nuestros debates anteriores, se pone de resalto lo de la cena (con su bendición de alimentos) por sobre el sacrificio (con sus peticiones y oraciones propiciatorias).

En fin, si existiera una "reforma de la reforma" creo que este sería uno de los puntos cruciales.

Natalio

45 comentarios:

Natalio Ruiz dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Natalio Ruiz dijo...

Infructuosamente he intententado traer los últimos comentarios de Pablo y de Francisco del post anterior.

Contesto aquí:

Francisco:

Efectivamente la oración del ofertorio es una oración talmúdica de bendición de los alimentos (de ahí la similitud de la foto del Shabat del post con las imágenes que se suelen utilizar para representar el nuevo ofertorio).

No sé si es un horror sólo por ser talmúdica (si bien el Talmud es una recopilación posterior su contenido es varias veces tomado y adaptado por Cristo mismo convirtiéndolo también en nuestra propia Tradición). En el caso, me parece una completa desfiguración del antiguo ofertorio como digo en el post.

El agregar el agua al vino es desde siempre recordando que del costado de Cristo brotó sangre y agua. Creo que es San Agustín quien dice que el agua que se agrega nos simboliza a los fieles que nos unimos al sacrificio de Cristo.

Respetos.

Natalio

Natalio Ruiz dijo...

Terzio ha dejado un comentario en el post anterior que, si bien contestaba la cuestión allí planteada, toca de lleno el tema aquí tratado. Por ello, recomiendo también su lectura como comentario también a lo dicho aquí y, aunque mínimamente, también lo comento ahora.

Debo aclarar que ya me siento como los jugadores cuando juegan en La Paz o, para Terzio, como un torero al que ya no le quedan piernas.

La verdad es que mis humildes conocimientos ya no resisten para charlar con interlocutores tan cultos e instruídos.

Aclarado aquello digo ahora que estoy cada vez más desorientado. Creí estar de acuerdo con Terzio en el último comentario y más lejos del Athos, pero en el último comentario de Terzio no estoy de acuerdo (aunque es más por intuición que por conocimientos) y me siento más cercano al Athosigado.

Quizás exista un punto medio donde estoy y no logro advertirlo, no lo sé. Pero me hace mucho ruido eso de que los signos litúrgicos referidos a la Pasión son meras "devociones".

En fin, habría que ponerse a estudiar más pero tampoco puedo. Agradeceré claridad.

Respetos.

Natalio

Terzio dijo...

Sí, ouí, yes:

Estuvieron muy extendidas las "glosas" a la Misa según las cuales cada momento-acto de la Misa (o el sacerdote en Misa) aludía a una de las escenas-momentos de la Pasión, o a algún Misterio de la Vida del Señor.

Recuerdo haber visto - ahora no dispongo de ninguno, pero en casa debo tener algún misalito de esos - misales que intrepretaban así las partes de la Misa, incluso acompañaban el comentario con alguna imagen-grabado. Por ejemplo, cuando el sacerdote hace el lavabo, se comentaba que eso correspondía a cuando Pilato se lavó las manos ante el pueblo; cuando se daba la bendición final, se comentaba que era en recuerdo de la Ascensión y el mandato de evangelizar y bautizar dado a los Apóstoles, etc.

Estas explicaciones se difundían facilmente entre pueblo, por ser relativamente comprensibles y facilitar el seguimiento de la Misa. Todo el desarrollo de la Misa se consideraba como una especie de "representación", paso a paso. Incluso era una forma de estimular la piedad del sacerdote, centrando su atención en la "traducción" de los ritos a uno de los momentos de la Pasión.

Hubo momentos, en que el mismo sacerdote acompañaba con gestos, significando algún instante concreto: p. ej. al decir en el cánon las palabras gloriosa Pasión-Resurrección-Ascensión, extendía los brazos en cruz, o los elevaba; en algunos comentaristas medievales, la inclinación de cabeza en el memento de difuntos y el golpe de pecho del "nobis quoque", era signo de la muerte de Cristo (inclinó la cabeza) y los golpes de pecho de los judíos por la muerte del Señor ¿Me explico?

Hay recogida una amonestación de San Anselmo a los sacerdotes que no cubrían el cáliz con la palia porque, decían, Cristo sufrió la Pasión desnudo, no vestido.

Más por el estilo: Las tres cruces después del Te igitur, explicaban que eran alusivas a las injurias de Cristo ante los tres tribunales de Anás, Caifás y Pilato; las cinco veces que el sacerdote se vuelve al pueblo, serían las cinco apariciones de Cristo Resucitado, etc.

Bien, esos ejemplos bastan. En el Missarum Sollemnia de Jungmann vienen más ejemplos de este tipo.

Todo el Misterio de Cristo está presente en la Misa porque es Cristo el que se ofrece, actúa y está presente, con toda su Vida y sus Misterios, claro. Pero esa "identificación" de cada parte con un Misterio etc. es una alegoría, más o menos asequible a la piedad y en cierta relación con la espiritualidad de cada momento (como nuestro propia época también tiene sus explicaciones y alegorías de la Misa: A los niños, en las catequesis, se les enseña que la Misa es una "fiesta" ¡¡¡¡¿¿¿¿?????!!!!!)

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Natalio Ruiz dijo...

Bueno, así explicado estoy en todo de acuerdo que se trata de meras devociones. Ahora, creo que algunos signos, palabras y actos tienen una referencia concreta a lo significado (paralelo al "signo sensible" sacramental) como "sacrificio" en general y como "El Sacrificio de Cristo" en particular.

Y todo ello sin quitar que el meollo del comentario anterior (lo referido a si se sacrifica o no) me resulta interesantísimo aunque debería estudiar más para entenderlo y/o/u aceptarlo.

Respetos.

Natalio

Anónimo dijo...

el Athonita dijo,

Sí, “distinguir” es palabra clave. Y no tanto desde esa acepción escolar, sino por aquello del Hagaddá que pronuncia el Benjamín de la casa: Mah nistanah ha-layla ha-zeh mi-kol ha-leylot? (¿En qué se “distingue” esta noche de todas las noches?). Tras este ‘distinguntur’, como niños, hemos de internarnos en la Noche distinta a las demás noches...

Me parece a mí que no es poca claridad —querido Natalio— el saber que andamos de noche y a tientas.- Y creo que en la búsqueda honesta –sin taras ni fijaciones- por una optimización de la dicción litúrgica, ese clima es inevitable y casi diría, saludable: el tanteo... y la pregunta del Niño, que –si tiene razón Terzio- es genuina y previa a la ritualización litúrgica....

Decía Bouyer que la Liturgia no es “relativista” pero sí “relativa”, en tanto que es un combinado de signos donde cada uno está haciendo de epifanía de un significado arcano, y donde –para colmo- la misma combinación tiene pretensiones semióticas. La ambigüedad es casi inevitable, y sólo salvable desde esta lectura del todo como un solo Signo-Logo.-
Al mal pensado –de uno u otro lado- le sobra letra para objetar, pues ninguno de los signos en juego ofrece la “onomatopeya” que lo tornara diáfano e inobjetable sin que el gesto o la glosa precisara mejor su dirección.
Es lenguaje, como insistí al principio. Y esto –sigo insistiendo- no habilita un viva la pepa ni un univocismo lingüístico.
También yo me siento jugando en La Paz... pero en paz (no es más que un “amistoso”...) y por eso, con mucho desorden, sólo atinaré a ir sumando preguntas al debate, y no aseveraciones. Y de verdad que no son preguntas retóricas, sino asuntos abiertos en mi reflexión y piedad.-

Ath.-

Anónimo dijo...

Ath. quaerit,

1. Que en el Ofertorio se ofrezca a Cristo mismo sólo me resulta nítido (en su dicción) si se acentuara una suerte de “en potencia (obediencial)”. Pues ‘en acto’ no es Cristo sino pan: tanto en el modo ordinario como extraordinario.
Pero entiendo el beneficio de presentar la ofrenda acentuando que es “en- orden-a” ser el Cuerpo de la Víctima, asegurándose que el acto no cierre sobre sí. Pero me pregunto si esta atrofia inmanente ocurre en verdad en el Novus, pues ahí decimos, “él (este pan, este vino) será para nosotros Pan de Vida... Bebida de Salvación”. ¿No es sobrada (tacho sobrada) señal de que hay ahí algo más que la bendición de una mesa? Tacho, pues entiendo que no, que no sería sufciente...

Anónimo dijo...

Ath. quearit,

2. El Novus no se limita a bendecir la materia del sacramento sino que lo “ofrece” explícitamente al Padre: “quem Tibi offerimus” dice. Que bendiga al Padre y no al pan me parece que no es un viraje de foco sino una prolepsis propia del modo más tradicional y bíblico (Kiddush) de bendecir “algo”, ¿o no? Y sobre todo ¿no responde a la intención —con o sin motivo para hacerlo— de acercarse a las Ipsísima verba Iesu...?

Anónimo dijo...

Ath. quearit,

3. Me pregunto si para ponderar con justicia el ofertorio nuevo no será importante evitar recortarlo en su gramática completa, y enfocarlo y leerlo y catarlo como un “signo total”.
Pues, repasando juntos, nos encontramos que está

a): el doble “offerimus” sobre el pan y el vino;
b): el “fiet panis vitae” y el “fiet potus spiritalis” en la misma fórmula;
c): el “fiat sacrificium nostrum” de la oración inclinada del celebrante;
d): la incensación (¿alguna vez se incensaron los alimentos?)
e): el “meum ac vestrum sacrificium” mentado por Terzio, seguido del “suscipiat Dominus sacrificium” de la respuesta del pueblo;
f): y la oración super Oblata, que suele en muchos casos aludir al Cristo Ofrenda, e incluso al Sacrificio ya semi-presente... (“Acepta, Señor, este Sacrificio, con el que has redimido a todos los hombres” ararnca, por caso, la super Oblata de la Octava pascual).-

Cabe pensar que era más elocuente la dicción previa, pero –convengamos- muy miope o sordo habría que ser para confundir estos rasgos aludidos con la bendición de una comidita entre amigos.- ¿O no?

Anónimo dijo...

Ath. quearit,

4. Como ya les pregunté, ¿no ha querido el nuevo texto rescatar las palabras seguramente utilizadas por Nuestro Señor durante la última Cena, donde ha seguido el ritual del Pesaj? ¿No dice éste –y ya en tiempos de Jesús- “bendito seas Señor Dios del Universo por este pan, por este vino...”? (así me lo vendió, al menos, Francisco Varo, el de Navarra, en su “La Pascua judía en tiempos de Jesús”, y el muchacho no es un pelilargo justamente)? No sé si es válido o no esta ‘obsesión’ por retroceder a las ipsísima verba, al quomodo del Cenáculo (y valdría debatirlo), pero sospecho que la opción hecha no se buscó optando entre la bendición de la mesa talmúdica y el Iom Kipur, sino en favor del Pesaj celebrado esa noche, previa a Su Pascua-Pasión. La doble pregunta sería: Jesús dijo o no dijo estas palabras? Y si las dijo, ¿tan desacertado estará volverlas a emplear?

Anónimo dijo...

Ath.- quearit,

5. Si “el ofrecimiento se hace (sólo) antes del sacrificio”, me pregunto: ¿qué significación pesa sobre el Per Ipsum? Y sobre todo, sobre ese estiramiento gestual a dos manos y la acentuación del “A Ti Dios Padre”? No me surge otra experiencia en mi piedad que –tras la gradual ascensión- de la auténtica y efectiva Ofrenda agradable presentada ante Dios para la remisión de nuestros pecados. Y me pregunto también: si estamos tratando de expresar la llevada a Plenitud de las sombras y figuras veterotestamentarias, ¿no se mata primero el Cordero, sin quebrarle ningún hueso, se lo desangra, desolla y destripa, (Ex 12,46) para luego ser ofrecido a Yahvé, durante la Cena, después del Haggadá, en la Pascua familiar? ¿O tal vez –repasando otros holocaustos bíblicos- la secuencia sea ofrece-mata-ofrece?

Anónimo dijo...

Qui quaerit, invenit.-
Y aclaro, que no estoy contra el ofertorio antiguo. Me resulta muy bello y hondo,,, (gracias Pablo por el link sobre el Veni Santificator!) aunque abunda –a mi paladar- en algunos toques barrocos, que –confieso- no van con mi gusto espiritual.
Pero –confieso también- no recojo suficientes elementos para considerar el Ofertorio del Novus, sin más, una baratija talmúdica. Creo que la muy esperada “reforma de la reforma” (si Bux va nomás como segundo de Cañizares, la masa entra al horno pronto), digo, para que la historia de la Liturgia romana no siga pendulando, habría de ser eso: reforma de la reforma y no “retroceda cuatro casilleros”. Sospecho yo que, respecto al Ofertorio, el plan será engordarle esta mejor modulación de la orientación sacrificial, pero sin retroceder en lo que se ganó en dicción: aún no es Cristo y es el todo nuestro, en ascenso a ser victimizado-sacrificado-ofrendado.
El rescate –como sugiere Pablo- de la epíclesis menor, por ejemplo, sería muy bello y enriquecedor.-

Calla el monje y escucha...

el Athonita

Terzio dijo...

En el Misal de Pablo VI, las oraciones de presentación de ofrendas son...en fin, digamos que muy "insuficientes" comparadas con las del Misal antiguo, y - por lo menos en la traducción/versión española - bastante "equívocas" y hasta incorrectas.

En las ofrendas se dice:

"Bendito seas Señor...etc...por este pan...etc...ÉL SERÁ PARA NOSOTROS..." y lo mismo al ofrecer el cáliz. Dos errores:

1º utilizar el pronombre personal "él" referido a una cosa (el pan)

2º ese "para nosotros" que si bien es traducción del dativo "nobis", en castellano tiene un matiz/significado "subjetivo", interpretativo, que induce a error. Aunque no haya sido la intención del que tradujo/compuso la oración, este error persiste tal cual, sin que se haya procedido a corregirlo en ninguna de las ediciones sucesivas del Misal Romano-castellano. Es extraño que ningún obispo haya advertido esto y haya procurado corregir este error tan apreciable.

Pero insisto en algo más peligroso, también latente en la traducción castellana y hasta en el original latino: ¿No es susceptible esa oración de sugerir la doctrina herética de la "transignificación"/"transfinalización"?

Puede que yo sea bastante susceptible en esto, pero opino que sí, que esa oración puede inducir a ese malentendido.

Por supuesto nada que ver con las oraciones del Misal antiguo, que hacen del Ofertorio una parte muy bien definida, precisando el Sacrificio y su efecto, así como el ministerio del sacerdote oferente etc.

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Anónimo dijo...

Mil ejemplos se me atoran en las yemas todos juntos. Elijamos el más rotundo: ¿no mueve a herejía X que se rece suplicando a Dios que se haga su voluntad en la tierra como en el Cielo? El ‘como’ en castellano puede referir a que en la tierra ocurra como de hecho ocurre ya en el Cielo, pero también puede dar a entender —oh herejía!— que le pedimos que su Voluntad reine no sólo aquí abajo, sino también allí, donde al posible parecer pudiera competir otro querer maligno... Decir que es bendito el que viene en Nombre del Señor, en vez de decir que el que está viniendo es el mismísimo Señor, mueve a la herejísima y extendida idea de que Cristo, a lo más, vino de parte de Dios sin serlo Él mismo...

Coincido con el Athonita: sólo una lectura integrada de todo el Rito permite entenderlo. Cualquier fragmento sacado de su contexto, puede mover a infinitos errores. Pero no se pondera así la Liturgia.

Y no es evangélico, pero podría uno responder con la misma moneda y disecar frases sueltas del Modo Extraordinario y endilgarle tufos arrianos, pelagianos y hasta transfinalizantes.

No coincido con Ud., don Terzio.

Andrés Eizayaga

Natalio Ruiz dijo...

Si así corre el Athonita en La Paz entonces debe plantearse ir a jugar allí.

Salpicado y como para seguir luego.

El "para nosotros" que menciona Terzio es un gran asunto pero recuerdo que también se utiliza en el Canon Romano (modo ordinario o extraordinario) cuando se dice: Quam oblationem tu, Deus, in omnibus, quaesumus, benetictam, adscriptam, ratam, rationabilem, acceptaabilemque, facere digneris: UT NOBIS Corpus, et Sanquis fiat dilectissimi Filii tui Domini nostri Jesu Christi (se convierta PARA NOSOTROS en el Cuerpo y la Sangre...).

Siempre me llamó la atención y tiene una explicación lógica y teológica (evidentemente no relativista, es decir, no luterana en el sentido de que "sólo" para nosotros o "sólo" por ahora). Pero voy a buscarla para no tirar al boleo.

Acuerdo con el Athonita en que andamos de noche, y aclaro que yo bastante más de noche que uds. Pero tengo a favor la linterna de la desfachatez.

En el ofertorio creo que se ofrece a Cristo mismo aunque, evidentemente, aún no presente. Pero, como decía en los comentarios anteriores y también dice Terzio ahora, es lo que dirige el Sacrificio posterior: Qué, Cómo, a Quién, Para qué, etc. Por ello es que me gusta que se rescataran la oraciones de los fieles como agregando al Por qué y Para qué básicos (que es el perdón de los pecados).

Acuerdo con que la secuencia sería: se ofrece (como dirección del sacrificio), se sacrifica, se ofrece. Todo ello, para aclarar para Terzio (aunque por lo menos yo tendría que estudiarlo mejor), en la imagen veterotestamentaria que luego se reproduce sobre el altar (es decir, se sacrifique "en" la Misa o no).

En fin, mucho por hoy, sigo después.

Respetos.

Natalio

Natalio Ruiz dijo...

Bienvenido Andrés! Gracias por la visita y el comentario.

Creo que es un tema complicado el que señala y a eso me refería en el comentario que se superpuso con el suyo. De hecho, como digo allí mismo, nunca me cerraba (me sonaba igualmente sospechoso) la oración previa a la consagración en el Canon.

Pero, en definitiva, puede ser algo a revisar desde el punto de vista "pastoral".

Respetos.

Natalio

Anónimo dijo...

Coincido con Terzio en que el “ex quo” no admite ser traducido por un pronombre personal. “Del cual” sugerimos varios en la Argentina, donde está en plena fase final la traducción de la typica tertia. El “fiet” pide más bien que se dijera “del cual se hará el Pan de Vida para nosotros”. (El “se convertirá” no me gusta,,,).- (“It will become the bread of life for us” dice la versión inglesa).- También el ablativo admitiría un “del cual se hará nuestro Pan de Vida”.- (los ingleses repartieron los tantos y dejaron para el cáliz esta opción: It will become our spiritual drink).- Me gusta: tiene larga tradición litúrgica llamarlo "nuestro" a este Jesús Eucaristía.

El Athonita, a 1600 msnm,,, con comienzo de nevada.-

Pablo dijo...

Terzio no será goleador pero se desempeña como "EL JULI"...

Muy interesante el diálogo.

Cordiales saludos.

Anónimo dijo...

Ah no! that's not fair,,, nos deslomamos todos por servir al plato argumentos, ideas, aportes, y Ud. don Pablo, nos va a contentar a todos con un "muy interesante" frontándose el montón???

Díganos qué piensa.
Ayude, que nos hace falta a todos, y entre varias linternas, se hace más luz...
No es más que un humilde y honesto pedido, que extiendo hacia san Isidro también, hacia el romano Jardín de Mary y los papeles de Ruth, y,,, no, mejor no: sin otro y.-

el Athonita

Pablo dijo...

Estimado Monje goleador:

A veces hay temas que lo superan a uno, sobre todo cuando las intervenciones de otros participantes en el diálogo son tan ricas y bien fundadas.

Para decirlo sencillo: lo que hicieron con el ofertorio en el Novus Ordo debiera suprimirse por completo y volver a lo anterior. La expresión del carácter sacrificial de la Misa no debe atenuarse por razones "ecuménicas"... ¿Qué unidad puede haber entre cristianos si no se llega a la participación de la actualización del ÚNICO SACRIFICIO REDENTOR? Si a los protestantes no les gusta el carácter sacrificial la Misa, ¡que se vayan al carajo!

Cordiales saludos.

Terzio dijo...

El dativo "nobis" latino no tiene ese matiz "subjetivo" del "para nosotros" castellano. Item más: De un tiempo para acá, en el español vulgar la expresión "para mí/para nosotros" etc. enfatiza ese sentido subjetivo.

Ciertamente, el Ofertorio del Misal del '70 es una de las partes más desconcertantes del nuevo Ordo, desmontando toda estructura marcadamente sacerdotal/sacrificial del Misal antiguo y reduciéndolo a esa expresión minimalista-insuficiente.

En extensión con las "aportaciones" de los liturgistas y los ocurrentes de turno, la presentación de "otras ofrendas" que los laicos llevan al altar ha terminado por desfigurar y desvirtuar todo el rito del Ofertorio (todavía más si la presentación se acompaña de "moniciones" que explican etc.).

Yo - tengo 48 años - conocí a sacerdotes mayores, acostumbrados a celebrar con el Misal antiguo, que habían conservado algunos "particulares" que mezclaban inconscientemente con las nuevas rúbricas. Yo pensé que podrían haber servido como cierto "puente" para la recuperación del rito, o la paulatina "revisión" del nuevo. Pero me equivoqué: Todos tendieron hacia la celebración más "simple", y después las constantes "addendas" o transformaciones de cada cura en cada altar. Y los obispos pasando del tema (o peor).

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Natalio Ruiz dijo...

Me hizo reír mucho Pablo, primero con lo de Terzio (en el sentido, aunque no entendí quién es el Juli) y luego con su opinión sin anestesias sobre el asunto.

Todos estos temas están afectando mi salud, al menos la psíquica. Hoy a las 3am, mientras intentaba callar a una pequeña chanchita gritona me vinieron a la mente estos devaneos y me puse a reflexionar sobre lo dicho desde el Athos acerca de si Cristo dijo o no la misma fórmula del ofertorio y si hubiera que aplicarla.

Algunos pensamientos de madrugada:

En primer lugar, creo que el planteo tendría lugar si el dato (de que Cristo hubiera usado esas palabras) llegara por alguna de las fuentes confiables: Tradición y Escritura. Todo lo demás me resulta complejo y peligroso traerlo a colación para extraer consecuencias teológicas o litúrgicas. Un caso parecido (aunque no igual) podría ser el que planteó Francisco sobre el agregar unas gotas de agua en el vino. Aquello dicen que fue hecho por el mismo Cristo el Jueves Santo pero nos viene por Tradición inveterada y sostenida por un lado, y por otro tiene otros sentidos y justificaciones diversos (en particular, para Terzio, es una aplicación directa de un hecho de la Pasión "no devocional" sino teológica).

En segundo lugar, Cristo cumplía con todas las fiestas, fórmulas, etc de la liturgia judía sin que nosotros tengamos que convertir por ello la Misa en un compilado de fórmulas litúrgicas judías utilizadas por Cristo. Es sabido que uno de los puntos que me interesa debatir y discutir en este blog es el "modo" de supervivencia de la vieja Ley (con sus fiestas, ritos y fórmulas) en la Nueva. Pero definitivamente no me parece el caso.

En fin, había pensado alguna que otra cosa más pero ahora no la recuerdo, va esto "de mientras".

Respetos.

Natalio

Natalio Ruiz dijo...

Terzio, con esto último que se superpuso con mi comentario, mi hizo recordar otra cuestión: cuando ayer recordé que en la última oración antes de la consagración aparace de nuevo el "ut nobis"/para nosotros cometí un error porque, justamente y viendo sólo la traducción porque no tenía el texto latino, tan la "plegaria eucarística I como todas las demás" quitaron el "para nosotros" y queda sólo: se convierta en el Cuerpo y Sangre....

Es decir, que en el Canon Romano creo que el ut nobis/para nosotros sólo queda en el Rito Extraordinario. Igual creo que es un tema para analizar aún como dativo latino.

Acuerdo que la suma de la eliminación del ofertorio más la recuperación del aporte de las ofrendas de los fieles terminaron de confundir todo.

No obstante, creo que el gesto de que los fieles realicen "sus" ofrendas particulares sumándolas a "LA OFRENDA" es bueno y positivo. Ése es el sentido del texto de la Summa que cité y si no recuerdo mal hay un sermón de San Agustín al respecto. En particular me parece importante resaltar que el diezmo, sostenimiento de la Iglesia, aporte o como lo quieran llamar es una "oblación" privada que se debe en justicia (no por Caridad) y que tiene, justamente, un sentido de "ofrenda" personal. Esto de la suma de las ofrendas y sacrificios personales está en el modo Extraordinario y en todos los ritos orientales también.

En fin, otro intento de aporte de alguien que por edad (29), por conocimientos y lecturas está más cerca de los "ocurrentes" que de los "liturgistas".

Respetos.

Natalio

Ruth dijo...

Ante la insistencia del Athos, voy a decir algo que dejé pasar porque pensé que no venía tanto al caso; pero como ahora el tema gira en torno al Ofertorio, tal vez sea un aporte; tal vez no. De todos modos, estimado Athonita, entienda que no es fácil intervenir con semejantes interlocutores, y creo que todos aprovechamos más cuando los que saben hablan y los que no saben callan. En lo personal, se suma que, por naturaleza, prefiero hablar de menos. Y cada vez que hablo, siento que hablé de más…

Bueno, cuando se habló de que la Iglesia sacrifica se puso como ejemplo que en la Liturgia de San Juan Crisóstomo el sacerdote punza con una pequeña lanza la Hostia ya consagrada. En realidad no. Es parte del ofertorio y con los cortes que se van haciendo a la Prósfora se va rezando el texto que ya se puso antes. Cuando clava la lanza en el “costado” derecho dice el texto evangélico, “brotó sangre y agua…” y prepara el cáliz. Es bellísimo. Y nunca se habla de pan, sino de Cordero. No estoy segura, pero ¿no se llama Cordero justamente a la prósfora más grande? No estoy segura y no tengo modo de confirmarlo, pero tal vez alguno lo sabe.

En el ofertorio de la Liturgia Armenia se hace una procesión con las ofrendas que el sacerdote “muestra” a los fieles antes de ponerlas sobre el Altar. (Natalio, si quiere ver lo que digo, va a tener que volver a Narek para alguna de las Cinco Grandes Fiestas; vale la pena porque se hacen varias cositas más.) A mí esta procesión armenia me recuerda la Gran Entrada de la Liturgia Bizantina. Sí, no es parte del ofertorio, pero se hace con los Dones aún no consagrados. Y de nuevo, los textos no hablan de pan, sino del Rey. Y las oraciones que el sacerdote reza cuando entra al Santuario hablan del Cuerpo de Cristo que el noble José bajó del madero y enterró en un sepulcro nuevo. Además, el hecho de que se llame Gran Entrada cuando en cambio se llama Pequeña Entrada a la salida con el Evangelio, me parece que remarca mucho que no son simplemente pan y vino.

Yo puedo hablar sólo desde la experiencia, cero erudición, pero la impresión que me causan estas Liturgias (armenia y rusa) es muy fuerte: todo el tiempo parecieran insistir en ofrecer la Víctima, incluso antes de la consagración, como la única ofrenda. En la preparación de las ofrendas en el rito armenio se habla de pan, pero del Pan Celestial. Athonita, ahora aclare Ud mis pensamientos, porque Ud fue el que insistió en que habláramos. Yo me retiro al silencio, porque hablé demasiado. Y probablemente de más.

Ruth dijo...

Estimado Natalio, no hizo falta que afanara el librito, el Párroco de Narek es generoso y me lo regaló hace unos años. :)

Preparación de las ofrendas: Oh Dios, Dios nuestro, que has enviado el Pan celestial, alimento del mundo entero, nuestro Señor Jesucrito, Salvador y Redentor y Bienhechor, para bendecir y santificarnos; Tú mismo, Señor bendice esta ofrenda y recíbela en tu Altar celestial. Acuérdate, como bienhechor que amas a los hombres, de los que la ofrecen y de aquellos por quienes se ofrece. Y guárdanos sin condenación en la celebración de tus divinos Misterios. Porque es santa y gloriosa la honorable y magnífica majestad del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, ahora y siempre por los siglos de los siglos. Amén. Ofertorio: Señor, Dios de las Virtudes y creados de todo lo que existe, que de la nada has formado todo lo que se ve, que constituiste también nuestra terrena naturaleza para servir a tan temible e inefable misterio, Tú, Señor, a quien ofrecemos este Sacrifico, recibe esta ofrenda y conviértela en el Misterio del Cuerpo y de la Sangre de tu Unigénito, y da este pan y este cáliz a los que lo reciban como remedio y perdón de los pecados.Natalio, si quiere, copio todas las oraciones. ¡Estoy a sus órdenes!

Natalio Ruiz dijo...

Terzio acaba de publicar una excelente entrada (como suelen serlo todas) en su blog sobre Taizé: http://exorbe.blogspot.com/2009/05/tres-prelados-proskinetes-more-taize.html

Me recuerda el escándalo que se armó en ciertos círculos cuando se comparó la liturgia del Taizé de 1959 con el Novus Ordo.

Más allá de todas las "coincidencias ecuménicas" de las que habla Pablo, un punto muy interesante es que habían suprimido el ofertorio, el cual era suplido con el canto de la antífona del ofertorio y el "gesto" de la presentación de "las ofrendas".

Respetos.

Natalio

Natalio Ruiz dijo...

Gracias Ruth por el tiempo, las trascripciones y los comentarios!

No diga que los que no saben tienen que callar porque me van a prohibir hablar en mi propio blog. Además, las palabras poco culturosas de los "de a pié" da lugar a que los que saben expliquen un poco más.

Respetos.

Natalio

Pd. Ya retomaremos la disidencia que quedó pendiente.

Pablo dijo...

Estimado Natalio:

"El juli" es Julián López Escobar, joven torero español. Cuando Terzio comentó que prefería los toros al futbol, me acordé del personaje.

Estoy con un resfrío, cosa que me suele poner de mal humor, lo que explica el exabrupto. Pero sinceramente no me parece que haya que perder identidad y ni mutilar la propia liturgia por razones ecuménicas. Celebro que mi exabrupto lo haya hecho reir.

Cordiales saludos.

Natalio Ruiz dijo...

Gracias Pablo por lo de "El Juli", había entendido que se refería a algo de eso.

De más está decir que lo que me hizo reir fue el modo no el contenido, con el cual estoy (como imagino que imagina), básicamente de acuerdo.

Respetos analgésicos para su resfrío.

Natalio

Terzio dijo...

El Juli es simpático, guapo y madrileño...cualidades que no comparto con el Juli.

Cuando hablé de ofrendas presentadas por los laicos no me refería a la colecta en metálico, o a que sean laicos quienes acerquen el pan y el vino al altar. No. Me refería a los trastos, tiestos, cacharros y toda clase de objetos que se llevan como "ofrenda" en el momento del ofertorio. Por ejemplo:

- Estamos en la capilla de un convento-colegio de monjas, y la monja ocurrente e imaginativa que ha "preparado la misa" dispone la genialidad de que cuatro niñas "hagan las ofrendas" que serán a) un zapato viejo b) un coco vacío c) un pañuelo color arcoiris y d) una guitarra sin cuerdas. A todo esto, la monja en un micrófono va leyendo una "monición explicativa" comentando qué significa cada una de las piezas. De fondo, el corro de cigarras con guitarras y hormiga canta una balada fifty-fifty beatles/robertocarlos.

A cosas de ese tenor me refería.

Y en tono más serio: La negación del sacrificio de la Misa por Lutero y adláteres va más allá de la exclusión del carácter de la Misa como sacrificio porque le niegan igualmente su valor de propiciación actual y efectiva. Negaban el sacrificio y a la vez (eran conscientes) el carácter sacerdotal del ministro ordenado y vinculado al sacrificium. Una ruptura total de la doctrina/teología eucarística y sacramental que separa sustancialmente a las confesiones protestantes de la Iglesia.

Cuando en algunos ambientes católicos se insiste en la Misa como "comunión-encuentro-festejo-expresión de comunidad" etc. y se obvia lo fundamental (sacrificio-memorial-acción de gracias-presencia-adoración-comunión-fuente de gracia-prenda de inmortalidad) etc. es evidente cuánta distancia puede haber entre una Misa y otra, con lamentables efectos en la conciencia y práctica-devoción de los fieles.

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Anónimo dijo...

Lo peor del ejemplo de Terzio: la monja al micrófono.

Le pregunto -volviendo al nobis- si no le cuadra la traducción que propuse: "DEL CUAL SE HARÁ NUESTRO PAN DE VIDA".

Y si las 8 alusiones explícitas al sacrificio en el ofertorio Novus que enumeré le siguen resultando minimalistas. Digo, para que haya algo de diálogo, y no colguemos cada cual su comentario sin interactuar entre nosotros...

el Athonita

Anónimo dijo...

Gracias Ruth por la corrección!!!
Nada que aclarar: ha Ud. aportado luz suficiente.
De todos modos no veo que el no querer adelantarse a llamar lo que aún no es como si ya fuera, sea sospechable de querer negar que finalmente lo sea, o querer negar el sacrificio.
A lo más, delata una tendencia (reprobable por cierto) al racionalismo litúrgico, contra toda diacronía del evo-tiempo celebrativo...

Creo haber dejado debidamente mostrado que el sacrificio no es negado en el Novus. Razón que explica que con ello no contentamos a ningún protestante... ¿o acaso luego de la Reforma algun pastor importante dijo: ah, ahora sí!?

el Athonita

Terzio dijo...

Interactuar es un concepto demasiado post-moderno, para mi gusto. Prefiero cualquier otro, más clásico o castizo, please: Soy antiguo régimen.

El minimalismo del N.O. lo juzgo por comparación con el Misal antiguo, no ex sese. El "Orate fratres..." es "suficiente", no problem con eso. Lo que me parece evidente es el "bajón" eucológico (teológico? sacramental?) y litúrgico entre un ofertorio y otro.

Sobre la traducción propuesta, yo preferiría, en primera instancia, que no se hubiera formulado esa oración; supuestos los hechos litúrgicos consumados, la traducción que propone me parece un poco complicada. Alguna vez he comentado que debiera ser algo así como "en nuestro provecho", "para nuestra salvación", "para nuestra salud", "para nuestra inmortalidad"...o algo así (que ya se ve cómo no es facil escoger una fórmula corta, concisa y precisa).

El "del cual se hará" es una traducción más bien literal del "ex quo nobis fiet", pero la expresión en latín incluye estructuras-matices que no son completamente versionables al español, como casi siempre con casi toda traducción. Personalmente sugeriría decir "que será Pan de Vida" completando con alguna referencia directa a la siguiente acción sacramental, p. ej. "que será en este altar pan de vida eterna" o algo así.

Pero recalco que es que no me gusta la fórmula, ni en latín y menos en castellano.

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Natalio Ruiz dijo...

A mí no me alcanza con el Orate Frates ni con las 8 menciones del Athos, yo quiero un ofertorio que ofrezca a Cristo como Víctima Inmaculada del Sacrificio dirigido a la Trinidad para la remisión de los pecados y por todas las intenciones del sacerdote y los fieles. Y que después de ofrecer lo que va a hacer, lo haga.

Esto como tónica general y sin dudar de que en el novus ordo existe la referencia sacrificial. No sólo mirado íntegramente sino a la luz de la Tradición que es como me parece que hay que mirarlo.

No obstante, hay una crisis litúrgica agravada con relación a la crisis que quiso palear el movimiento litúrgico. Eso requiere enderezar varias cuestiones y en esa tónica es que veo algunas cosas.

El orate frates hace referencia evidente al Sacrificio pero no lo ofrece a Dios, no deja de ser un diálogo entre el sacerdote y los fieles.

Y, en general, sobre los 8 puntos.

Los ofrecimientos son del pan y del vino y, justamente, se los ofrece antes de decir que "será el Pan de Vida". Habría que separar lo que es la "sacralización" (en el sentido de hacer algo sagrad, y para no usar el término consagración) del pan y del vino (que son fruto del trabajo del hombre...) de el ofrecimiento de la Hostia o Víctima Inmaculada. En el mismo sentido la incensación de las ofrendas tiene que ver con eso y con el carácter sacerdotal (recuerdo que también se inciensa el Evangelio y los fieles).

En fin, creo que es verdad que una mirada integradora y "tradicional" (que de algún modo implica el conocimientos del resto de los ritos, sea el modo extraordinario, los orientales o los demás occidentales) nos permite ver la continuidad e incluso la verdad y la belleza de algunas cuestiones en el novus ordo.

La pregunta es, en especial con relación al ofertorio, ¿no están demasiado ocultas y dispersas las cosas como para que un fiel las comprenda? Porque si la finalidad era acercar la liturgia a los fieles el resultado es opuesto: o se realizan todo un curso histórico-comparativo-teológico para entender que el ofertorio es ofertorio y la Misa es Sacrificio, o entienden que la Misa es una cena que, como toda familia cristiana, bendice los alimentos antes de comer. Creo que lo segundo es lo que tiende a ocurrir. Es más, la cena viene a ser una suerte de tertulia amena después de lo importantes que es el Evangelio y el sermón. Porque, seamos sinceros, esto es lo que entiende la gran mayoría de los fieles.

Respetos.

Natalio

Pablo dijo...

Estimado Natalio:

De acuerdo en todo con su último mensaje agrego algo que, de hecho, ocurre con las celebraciones habituales del Novus Ordo. Hay dos mesas: la mesa de la Palabra y la mesa de la Eucaristía. Pero, de hecho, casi siempre hay mesa y mesita… Si consideramos la duración temporal -y ello como resultado de la pobreza de gestos y símbolos propiamente eucarísticos- veremos que se celebra de tal manera que la liturgia de la Palabra dura las tres cuartas partes, o más, del tiempo total, de la Misa. La liturgia Eucarística, en cambio, queda minimizada por el uso habitual del canon II, o el III, apurado el rito de la comunión de los fieles por una legión de ministros/as extraordinarios/as, y no hay tiempo de silencio para que los comulgantes realicen su acción de gracias –interrumpida muchas veces por los más estridentes y extravagantes “avisos parroquiales- que debiera durar, como mínimo, unos diez minutos, que es lo mínimo demoran las especies en consumirse en el organismo humano.

A la liturgia de la Palabra se sube por una escalera; a la propiamente sacrificial y eucarística se va por un rápido y ruidoso ascensor.

Cordiales saludos.

Pablo dijo...

PS:

«…Desde el momento en que la liturgia de la Palabra dura, por ejemplo, media hora y diez minutos la parte específicamente sacramental, se ha perdido la proporción. Se ha iniciado la caricatura. En vez de una configuración hay una desfiguración.» (Luis Maldonado, en CUADERNOS PHASE 47, p. 37)

Terzio dijo...

Estimado (y afligido) Natalio: Tampoco me "satisface" sólo el "Orate fratres..." Sería como contentarse con un cuadro de Picasso pudiendo tener una tabla de Van der Weyden, si me explico.

La distancia entre el ofertorio del N.O. y el del Misal antiguo es mucha para contentar a nadie con un mínimo de conciencia y piedad litúrgica.

Cada vez me hago más preguntas sobre la intención de los "reformadores" del malhadado consilium liturgico, cada vez dudo más de su rectitud, cada vez me explico menos la condescendencia de Pablo VI. Así como valoro cada vez más lo que ha supuesto el Motu Proprio de B.XVI, tan mal "recibido" por la jerarquía y el clero católico en general.

Es, en definitiva, un asunto bastante más "trascendental" de lo que piensan.

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Anónimo dijo...

querido Natalio: Muy de acuerdo en unos cuantos puntos. En unos pocos, no tanto. Sobre todo en que –directamente- no sea legible el carácter sacrificial en el Novus Ordo ni que promueva la tertulia amena. Si es por los desmanes, quedamos –en favor de la seriedad del debate- de no inmiscuirlos, pues sólo aportarían argumento en favor del N.O. (si el hilo sólo se corta cuando está mal celebrada y la crítica se centra en la infracción a la rúbrica, entonces... Es el modo en que entorpecen el camino a la reforma de la reforma las amarillas Radio Cristiandad en la Argentina y Sector Católico en España).
Sé que en esto estamos de acuerdo.
—“La pregunta es, en especial con relación al ofertorio, ¿no están demasiado ocultas y dispersas las cosas como para que un fiel las comprenda?”
—Creo yo que el rudo (el que no se está devanando los sesos en si es un guiño al Protestantismo o si es un gesto judaizante) lo que “ve y decodifica” es una patena llena de hostias elevada –en silencio- hacia el Padre; un cáliz recién servido, ofrecido –en silencio- hacia lo Alto: y todo eso en una nube de incienso al son del augusto gregoriano... Dudo honestamente que su primera impresión sea: estos están bendiciendo el asadito dominguero...

Y valga a esta altura aclarar: también yo encuentro más bello y elocuente el anterior modo de Ofertorio (aunque le debastaría algunos ribetes y angelotes renacentistas). Pero -insisto- la demonización del Novus es el peor aporte posible a la Reforma de la reforma...

Me ha dado risa lo del ‘interactuar’ de Terzio. Mejor dicho, me ha dado risa el recordar con eso una anécdota de no hace muchos días, donde un muchacho muy amodernado, con quien conversaba sobre sus cosas, trayéndole a colación no sé qué de los íconos, y usando yo la palabra ‘ícono’ repetidas veces, el muy apiercingado me espeta: eh, Padre, mucho hábito y latines, pero se ve que maneja la jerga cibernética de última generación...
Y aunque tardé en caer, no pude dejar de reflexionar luego: así estamos; lo antiguo cae en desuso; se lo encripta y arrumba en sótanos; y cuando una nueva generación lo exhuma, los enpipados conservadores —que como decía Peguy quieren conservar ‘lo-que-hay’ y no lo-que-hubo’— saltan como leche hervida: modernismo, modernismo!!

No lo digo por el Ofertorio. Lo digo en un sentido algo más amplio. Como una curiosidad de esta búsqueda –a veces honesta y otras, ideologizada- por el mejor dictum litúrgico.

el Athonita

Natalio Ruiz dijo...

Tiene razón el Athonita, la verdad es que fue un exabrupto.

Es decir, si bien mantengo las críticas de fondo, es verdad que no hay que demonizar o absolutizar una de las posibles "visiones" del asunto.

También tiene razón en que la "percepción" de los fieles variará mucho en el cómo se celebre. También es verdad que el ofertorio está recomendado rezarlo en silencio por el sacerdote mientras los fieles cantan.

No obstante, creo que hay que insistir en que, del camino litúrgico iniciado por Gueranger, San Pío X y cía el novus ordo, en su aplicación masiva lo ha desvirtuado por completo. En lugar de acercar la liturgia a los fieles la alejó (al menos de sus verdaderos sentidos).

Quizás la reforma de la reforma sólo deba consistir en quitar las licencias y elasticidades. (aunque modificaría el ofertorio definitivamente)

En fin, algunas reflexiones prohibidas en el Shabat familiar.

Respetos.

Natalio

Anónimo dijo...

Coincido plenamente en el 4º y 5º párrafo.

Y pregunto, de paso (sin trampa ni retórica, si no desde la supina ignorancia): ¿alguien sabe por qué el Agnus del Agnus Dei está en nominativo y no en vocativo?
La respuesta a esta pregunta, en realidad la sé: es "sí; alguien lo sabe". Pido entonces, que quien lo sepa, me desasne... Dice el Señor que vale desatar a un asno en sábado, de modo que nadie tema faltar al descanso prescripto.-

el Athonita

Terzio dijo...

"Agnus" - como "Deus" - no varía el nominativo para el vocativo, es decir que hacen el vocativo con la misma terminación ("chorus" es también otra excepción).

Etc.

Lo que no sé es por qué esta piccola curiositá, y además justificada con la cita del asno atado. Pero valga, si es por caridad.

p.s. Tenga a bien el afectado comunicar si se ha efectuado el desasne; y si este hubiere sido parcial o total (?) (siempre referido al caso, of course).

p.p.s. Cada vez estoy más seguro del "equívoco" que suele ir aparejado al "interactuar" (sobre todo si son "conversaciones-discusiones") en el interrete. Yes.

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Pablo dijo...

El Athonita me ha hecho un gol. Tiene razón, no hay que demonizar el NOM –no es mi intención- ni los abusos argumentan de suyo el mismo. No obstante, los recortes al ofertorio parecen un exceso, “de laboratorio”, que ha empobrecido el rito.

Cordiales saludos.

Natalio Ruiz dijo...

Lo del tema del asno y del Shabat viene a cuento de que me retó por quebrantar mi sábado familiar con diálogos internáuticos.

Respetos.

Natalio

Anónimo dijo...

Me alegro Pablo de la coincidencia. No hay modo de echarle un gol, más que pateando a mi propio arco,,,

Gracias Terzio.- Desasne consumado. Efectividad total.-

Monje corriendo,,, sine glosa.-
Buena semana para todos.-

Ath.-

Natalio Ruiz dijo...

Mientras cobro aliento para una próxima entrada (me cuesta horrores escribir), les dejo un texto interesante para ver sobre este mismo tema:

http://habemuspapampiox.blogspot.com/2009/05/liturgia-eucaristica-romana-parte-1-el.html