
Hace mucho que estaba sin aportar por el blog. Como cada tanto ocurre, la profesión me impone las tiras y me hace correr de aquí para allá durante un tiempo. Lo curioso de este caso es que ello no impidió que siguiera pensando en el blog.
En uno de los frentes me encontré, casi que como adversario, a un afamado comentarista de importantes blogs: Muret. Después de enterarnos que conocíamos infinidad de círculos, gente y otras tantas cosas en común, descubrimos también que compartíamos afinidades espirituales.
En uno de los recreos surgió el asunto que hoy traigo y utilizo para darle una cálida bienvenida al blog, rendirle un pequeños homenaje por su condición de "sesudo comentarista" e invitarlo a que escriba en este humilde espacio.
Comienzo por algunas cuestiones preliminares, indispensables para lo que sigue.
No es ningún secreto que el día de los judíos comienza con la aparición de la primera estrella de la noche, es decir, el sábado comienza con la primera estrella del viernes y así con todos los días. Es una tradición inveterada que otro día podemos ver, pensar y discutir como quedó en el Cristianismo (porque hay opiniones encontradas).
Ya les he contado que la tradición judía sostiene que "Dios crea al mundo mirando la Torá". Es decir, en la Torá están todas las explicaciones acerca de lo creado.
Todo el mundo sabe también que el relato de los días de la creación es fuente de inspiración de mil doctrinas en el judaísmo (en especial para las corrientes cabalísticas) y que, en particular, es lo que determina su "Shabbat" o descanso semanal. Así como Dios descansó el séptimo día, también los hombres descansan el séptimo día.
Por su parte el Salmista reza: "un día en tu presencia son como mil años......"
¿Y qué con todo esto?
Todo eso sirve para que se entienda una idea de la tradición jasídica.
El tiempo es histórico para nosotros pero no para Dios y tampoco para "todo" lo creado. Los siete días de la creación, por ejemplo, fueron, son y serán. Existieron en un momento determinado de la historia pero, de otro modo, están siendo....
Ellos entienden que en la Torá Dios revela las reglas y los secretos del mundo. En particular, en el relato de los días de la creación Dios revela la historia y la medida temporal del mundo.
¿Y cuál será la medida del "pasaje" de los días a las "jornadas" en la historia del mundo? Un día en tu presencia son como mil años......
Entonces hacen cuentas y empiezan: el primer día fueron los primeros 1.000 años, el segundo......., hasta el séptimo día que empieza con el año 6.000.
Pero como el día no comienza con el alba sino con la primera estrella, el séptimo día no comienza en el 6.000 sino con la primera estrella de la noche anterior. ¿Y cuál será? Hay varias teorías y se matan entre ellos pero básicamente están los que dicen que se produce con el primero después de la mitad (año 5.501) o los que dicen que es en realidad el primero después de la mitad de la mitad (año 5.751).
Es decir que estamos ingresando (o ya ingresamos) en el Shabbat de la historia de la humanidad. ¿Y qué significa esto? En resumidas cuentas puede decirse que implica la llegada del Mesías y, con él, el establecimiento de Shalom sobre la tierra (que es algo más que paz como suele entendérsela aunque es correlativo al verdadero sentido de paz como "tranquilidad en el orden"). La vida plena y feliz del mundo bajo el reinado del Mesías por un término de 1.000 años.
Los judíos acaban de celebrar el Rosh Hashana 5.770 y todas las corrientes jasídicas están alborotadas con la inminente llegada del Meshiaj con la que deben colaborar como ya charlamos (unos entienden que ya nació pero todavía no se manifestó, otros creen que fue "el Rebe" (el último de Lubavithch) que seguirá en espíritu, otros entienden que se manifestará con el nuevo templo, etc.).
En uno de los frentes me encontré, casi que como adversario, a un afamado comentarista de importantes blogs: Muret. Después de enterarnos que conocíamos infinidad de círculos, gente y otras tantas cosas en común, descubrimos también que compartíamos afinidades espirituales.
En uno de los recreos surgió el asunto que hoy traigo y utilizo para darle una cálida bienvenida al blog, rendirle un pequeños homenaje por su condición de "sesudo comentarista" e invitarlo a que escriba en este humilde espacio.
Comienzo por algunas cuestiones preliminares, indispensables para lo que sigue.
No es ningún secreto que el día de los judíos comienza con la aparición de la primera estrella de la noche, es decir, el sábado comienza con la primera estrella del viernes y así con todos los días. Es una tradición inveterada que otro día podemos ver, pensar y discutir como quedó en el Cristianismo (porque hay opiniones encontradas).
Ya les he contado que la tradición judía sostiene que "Dios crea al mundo mirando la Torá". Es decir, en la Torá están todas las explicaciones acerca de lo creado.
Todo el mundo sabe también que el relato de los días de la creación es fuente de inspiración de mil doctrinas en el judaísmo (en especial para las corrientes cabalísticas) y que, en particular, es lo que determina su "Shabbat" o descanso semanal. Así como Dios descansó el séptimo día, también los hombres descansan el séptimo día.
Por su parte el Salmista reza: "un día en tu presencia son como mil años......"
¿Y qué con todo esto?
Todo eso sirve para que se entienda una idea de la tradición jasídica.
El tiempo es histórico para nosotros pero no para Dios y tampoco para "todo" lo creado. Los siete días de la creación, por ejemplo, fueron, son y serán. Existieron en un momento determinado de la historia pero, de otro modo, están siendo....
Ellos entienden que en la Torá Dios revela las reglas y los secretos del mundo. En particular, en el relato de los días de la creación Dios revela la historia y la medida temporal del mundo.
¿Y cuál será la medida del "pasaje" de los días a las "jornadas" en la historia del mundo? Un día en tu presencia son como mil años......
Entonces hacen cuentas y empiezan: el primer día fueron los primeros 1.000 años, el segundo......., hasta el séptimo día que empieza con el año 6.000.
Pero como el día no comienza con el alba sino con la primera estrella, el séptimo día no comienza en el 6.000 sino con la primera estrella de la noche anterior. ¿Y cuál será? Hay varias teorías y se matan entre ellos pero básicamente están los que dicen que se produce con el primero después de la mitad (año 5.501) o los que dicen que es en realidad el primero después de la mitad de la mitad (año 5.751).
Es decir que estamos ingresando (o ya ingresamos) en el Shabbat de la historia de la humanidad. ¿Y qué significa esto? En resumidas cuentas puede decirse que implica la llegada del Mesías y, con él, el establecimiento de Shalom sobre la tierra (que es algo más que paz como suele entendérsela aunque es correlativo al verdadero sentido de paz como "tranquilidad en el orden"). La vida plena y feliz del mundo bajo el reinado del Mesías por un término de 1.000 años.
Los judíos acaban de celebrar el Rosh Hashana 5.770 y todas las corrientes jasídicas están alborotadas con la inminente llegada del Meshiaj con la que deben colaborar como ya charlamos (unos entienden que ya nació pero todavía no se manifestó, otros creen que fue "el Rebe" (el último de Lubavithch) que seguirá en espíritu, otros entienden que se manifestará con el nuevo templo, etc.).
Pasando al Cristianismo....
Este reinado del Mesías durante mil años tiene una vertiente herética conocida como milenarismo.
Sin embargo, el amigo Coronel (que en este juego de casualidades y causalidades quizás conozca a Muret) decía (cuando hablamos del Pueblo de Sacerdotes) que hay una posibilidad no herética de la cuestión. Nos recuerda que el catecismo ha introducido un costado de la cuestión al decir:
674 La Venida del Mesías glorioso, en un momento determinad o de la historia se vincula al reconocimiento del Mesías por "todo Israel" (Rm 11, 26; Mt 23, 39) del que "una parte está endurecida" (Rm 11, 25) en "la incredulidad" respecto a Jesús (Rm 11, 20). San Pedro dice a los judíos de Jerusalén después de Pentecostés: "Arrepentíos, pues, y convertíos para que vuestros pecados sean borrados, a fin de que del Señor venga el tiempo de la consolación y envíe al Cristo que os había sido destinado, a Jesús, a quien debe retener el cielo hasta el tiempo de la restauración universal, de que Dios habló por boca de sus profetas" (Hch 3, 19-21). Y San Pablo le hace eco: "si su reprobación ha sido la reconciliación del mundo ¿qué será su readmisión sino una resurrección de entre los muertos?" (Rm 11, 5). La entrada de "la plenitud de los judíos" (Rm 11, 12) en la salvación mesiánica, a continuación de "la plenitud de los gentiles (Rm 11, 25; cf. Lc 21, 24), hará al Pueblo de Dios "llegar a la plenitud de Cristo" (Ef 4, 13) en la cual "Dios será todo en nosotros" (1 Co 15, 28).
Y la respuesta de San justino al judío Tifrón .
Por su parte, Muret mete bocado recomendando San Elías de Michael O'Brien.
Este reinado del Mesías durante mil años tiene una vertiente herética conocida como milenarismo.
Sin embargo, el amigo Coronel (que en este juego de casualidades y causalidades quizás conozca a Muret) decía (cuando hablamos del Pueblo de Sacerdotes) que hay una posibilidad no herética de la cuestión. Nos recuerda que el catecismo ha introducido un costado de la cuestión al decir:
674 La Venida del Mesías glorioso, en un momento determinad o de la historia se vincula al reconocimiento del Mesías por "todo Israel" (Rm 11, 26; Mt 23, 39) del que "una parte está endurecida" (Rm 11, 25) en "la incredulidad" respecto a Jesús (Rm 11, 20). San Pedro dice a los judíos de Jerusalén después de Pentecostés: "Arrepentíos, pues, y convertíos para que vuestros pecados sean borrados, a fin de que del Señor venga el tiempo de la consolación y envíe al Cristo que os había sido destinado, a Jesús, a quien debe retener el cielo hasta el tiempo de la restauración universal, de que Dios habló por boca de sus profetas" (Hch 3, 19-21). Y San Pablo le hace eco: "si su reprobación ha sido la reconciliación del mundo ¿qué será su readmisión sino una resurrección de entre los muertos?" (Rm 11, 5). La entrada de "la plenitud de los judíos" (Rm 11, 12) en la salvación mesiánica, a continuación de "la plenitud de los gentiles (Rm 11, 25; cf. Lc 21, 24), hará al Pueblo de Dios "llegar a la plenitud de Cristo" (Ef 4, 13) en la cual "Dios será todo en nosotros" (1 Co 15, 28).
Y la respuesta de San justino al judío Tifrón .
Por su parte, Muret mete bocado recomendando San Elías de Michael O'Brien.
Yo vuelvo a los ciclos de la historia en la Cristiandad. Y para que no me acusen de buscar citas "ad hoc" sólo traigo un par citadas en el artículo recomendado por el Coronel:
“La séptima edad será nuestro sábado, y que no tiene atardecer y concluirá en el día dominical, día octavo y eterno, consagrado por la resurrección de Cristo, y en el que se dará descanso eterno no sólo del espíritu sino también del cuerpo” (San Agustín)
“Así como Dios en seis días creó el mundo, y en el séptimo descansó, así el cuerpo místico de Cristo tiene seis edades, y una séptima que corre junto a la sexta” (San Buenaventura)
“Este octavo día -dice allí San Agustín- es la nueva vida al fín de los siglos. Y el séptimo es el futuro descanso de los Santos en esta tierra. Pues reinará el Señor en la Tierra con sus Santos, como dicen las Escrituras, y tendrá aquí la Iglesia en la que no entrará mal alguno, separada y limpia de todo contacto de perversidad” (San Agustín)
¿Y entonces? Entonces nada, hay mucho para pensar......
Natalio